domingo, 28 de abril de 2013

NOSOTRES_ Reflexiones


Ejercicio Crítico, Nosotres
            A veces resulta imprescindible tomar en cuenta los folletos, flyers, o trípticos a la hora de abordar una obra de danza. Éstos, como instancia de mediación, resultan ser recursos eficaces para orientar al espectador. El flyer sitúa al receptor de la obra en una o varias directivas específicas. Así también, el receptor, lleva a cabo un tipo de comprensión que corresponde con la dimensión de sentido generada por la materialidad misma de la obra. Los recursos de la obra hacen posible el ingreso en ella y al mismo tiempo hacen posible la reflexión que remite a la idea que ahí está teniendo lugar. La danza, por sobre otras expresiones escénicas, tiene especial fuerza en cuanto a la visibilidad de sus recursos como entes reflexivos, pues escasamente media la palabra. A pesar de ello se vale mucho de reseñas, para explicarse más allá de su propia materialidad.
            En el siguiente ejercicio crítico se anhela abordar la obra Nosotres desde la emergencia de sus recursos, para poder establecer una reflexión tanto en torno a la obra como a sus propios anhelos.
1.         Para comenzar, la reseña entregada al espectador, en forma de postal, sugiere que se ingresa a una obra con una profunda investigación teórica en torno a la programación cultural del sexo y del género. A través de diversos fraseos en torno a la palabra Nosotres, se plantea a modo de Manifiesto un problema que atañe a la subjetivación e identificación: Un planteamiento que intenta desarticular las categorías de género aplicadas al cuerpo, entendiendo a éstas como una construcción sociocultural.[1]  Sobresalen las siguientes preguntas que habrán de ser abordadas por la obra y el espectador:

¿cómo sustituir estas oposiciones binarias que jerarquizan y determinan un cuerpo? ¿cómo sustituir estas oposiciones binarias que jerarquizan y determinan un cuerpo?¿Podemos concebir al cuerpo como una simultaneidad de posibilidades, como una multiplicidad y una serie de devenires?[2]

2.
            Al ingresar en la sala, el espectador se instala alrededor del escenario, y no en las cómodas butacas frontales que responden a la antigua lógica del encuadre fotográfico. Podría ser un ring de box, un ritual, o una suerte de experimento escénico.  Los tres intérpretes, están ubicados estáticos en un cuadro central de la sala, forrados en un traje blanco que cubre todo su cuerpo e incluso su rostro. Es un desnudo desorganizado y degenerado: “sin órganos”, sin género, sin pezones,  sin rostro… parecen cuerpos sin identidad, sin definición, una suerte de maniquíes móviles. Poco a poco comienzan a incorporarse en pequeños movimientos de vaivén.  Van explorando kíneticas que semejan entre un coito y el andar de una máquina.  No son cuerpos naturales.  Son cuerpos vacíos que exploran las posibilidades de relación intersubjetiva y erótica sin aparente mediación cultural. Dicho de otro modo, los intérpretes deambulan por un espacio que a modo de laboratorio se presta para higienizar sus cuerpos sobrepasados por signos culturales. Son, a la vez, un cuerpo colectivo. En el transcurso de la obra se devela un recorrido en que estos cuerpos maquinizados  radicalmente buscan redescubrirse y acceder a relaciones puras exentas de definiciones. Los intérpretes poco a poco se quitan los ahogantes trajes blancos que cubren todo su cuerpo y finalmente quedan desnudos. Pronto comienzan a relacionarse física y pélvicamente explorando nuevas posibilidades de reconocimiento evitando caer en las formas binarias que dominan el imaginario. La autoridad y la dominación son prácticas que quedan fuera de esta exploración. Los roles de los intérpretes no se deben ni a su género ni a sus facultades físicas y son permanentemente maleables. Además el trío, per se, rompe todo tipo de lógica binaria.
            La materialidad instala una simpleza y un higienismo  que permite prescindir de las representaciones más directas que pudiera invocar un cuerpo en tanto masculino o femenino en el contexto sociocultural actual. La limpieza, a modo de laboratorio permite centrar la atención en los cuerpos como materia fundamental de reflexión, tanto en su condición de máquina sin identidad, como en la aparición de la desnudez.  El trabajo sonoro opone también de manera ilustrativa la Máquina y la naturaleza. En síntesis la obra se instala desde dos lugares diferentes: Un primer momento de máquina sin representaciones de género, en que la soledad y autonomía de cada cuerpo sugiere un modo habitar el espacio. En una segunda instancia, aparece la naturaleza, como una instancia previa a toda subjetivación, en la que el desnudo busca sus propias posibilidades de goce prescindiendo de los clichés binarios. En ambos casos se evita recurrir a los condicionamientos culturales que programan una constante en el encuentro cuerpo a cuerpo. En el montaje se abordan provechosamente oposiciones tales como: masculinidad-feminidad, humano-animal, objeto-sujeto, pasivo-activo, heterosexual-homosexual.
            Por lo general, en la danza contemporánea se traza un modelo de cuerpo que está reflexionándose constantemente y se suele instalar desde un lugar completamente desnaturalizado. El cuerpo, en el espacio y el tiempo opera como materia para que la subjetividad reflexione sus propios límites. En este caso se trabaja desde una consciencia en torno a la manipulación del cuerpo,  se busca resignificarlo deconstruyendo la cosmovisión binarista y genital de la sexualidad, accediendo a una poética del goce que supere los parámetros establecidos por la cultura. Aquí la máquina no solo devela el carácter objetual de cuerpo, pues a través de ella se busca restablecer parámetros propios del goce.  La obra no se sirve de alguna técnica dancística evidente, pues encuentra su propia técnica o más bien descubre una quinética mecanizada que devela el proceso mismo de los ejecutantes en su experimentación por acceder a representar este lugar sin representaciones.  Quizá aquí la tesis devela la cultura como ente que ha logrado subordinar el cuerpo natural. La erotización no aparece desde un lugar natural,  hay desnudez pero no es erótica ni subversiva, aparece en su pura calidad material.
             Nosotres aborda concretamente los problemas sugeridos en la reseña. Sin embargo cabe preguntarse en qué medida, o de qué forma aporta al material teórico que se cita tanto en el Flyer, como en la página web. Si bien la obra de danza no se ha de comprender como un simple objeto hermenéutico, debiera ser el propio acontecimiento escénico el que presente un enigma que vaya más allá de la idealidad. Los recursos y la misma interpretación deberían hacer la diferencia, para que emerja aquella palabra que aún no se ha pronunciado (Baricco,20). El enigma no se puede resolver, pero hay que descifrar la figura. Entonces, cabe preguntarse ¿Cómo reacciona químicamente  este acontecimiento escénico con la identidad del contexto actual?         

             Al parecer el lenguaje contemporáneo ha  terminado la competencia de la novedad y el innovar no merece ser un objetivo. Por otra parte,  la estética del señalamiento no permite aprehender la obra, es danza contemporánea, pues se señala como tal, pero a nivel de reflexión ha de cambiar o sugerir algo; no necesariamente novedoso, pero vigente. La problemática misma de la obra pone sobre el tapete un tema que a nivel cultural ha ido adquiriendo visibilidad paulatinamente. La consistencia teoríca y legibilidad de la obra están en el plano de lo determinado, entonces es necesario indagar en el sentido que refiere aquello  indeterminado sujeto al acontecimiento mismo.  Aquello se oculta y se impone mediante la estructura. Mediante la organización, las obras llegan a ser más de lo que son (Adorno, 15).
            Esta obra está organizada principalmente por dos tipos de cuerpo: uno desnudo, pero forrado en blanco como un maniquí y un cuerpo completamente desnudo. Carlos Perez sugiere que en el uso del desnudo en las coreografías actuales hay un supuesto desafío a una sociedad que quiere ocultar la belleza del cuerpo. Hay un intento de transgresión que tiene como premisa una sociedad que reprime el cuerpo. Sin embargo, dice Perez, vivimos es un bombardeo de desnudos con funciones completamente compatibles con la dominación social.
            La desnudez de los jóvenes es simplemente un vaciamiento, una falsa naturalización.(…) La desnudez en escena es una mortificación porque, el intérprete se autoimpone algo que puede ser un sacrificio con tal de no abordar el problema real directamente.(…) Lo que evidencia lo que es una lucha entre un interior debilitado y una tensión, individual y social, hacia la felicidad, la libertad y la autonomía. (Perez, 171)
            En este caso esa es una de las reflexiones fundamentales que instala el desnudo como materialidad en Nosotres. Pues se deja ver un profundo abismo no resuelto entre la discursividad de la obra que instala un modelo de libertad y autonomía, y la doble cara que tiene el intérprete como tal en la escena. Se anhela un encuentro sin representaciones binarias. Pero ¿Se anhela realmente o se cuestiona más bien el estatus quo?
            Lo que abre el sentido de la obra hacia otro horizonte es que se han mostrado dos formas de desnudo. Uno que en forma de maniquí no tiene identidad aparente, pero actúa; y otro que con un cuerpo lleno de orificios y gestos no da con reconocerse. En ese sentido, hay un manifiesto, pero no hay discurso, solo una pregunta por el encierro que surge de lo conocido como medio para encontrar solución a este mismo. Pues es un laboratorio donde han de resolverse las preguntas esenciales. Se anhela evadir la lógica binaria, pero en torno a ella. La naturaleza o el real solo habrá de aparecer en representaciones sujetas a discursos  programadores que no encuentran manera de invalidarse más que desde su propio asiento.
            Volviendo atrás y correspondiendo a las preguntas planteadas por la reseña. Nosotres instala la respuesta, sin embargo esta queda ahí en el escenario. Se puede concebir un cuerpo como simultaneidad de posibilidades, como una multiplicidad y una serie de devenires, en la medida que prescinda del constructo cultural al cual estamos sometidos. Es decir: en un laboratorio imaginario o en algún paraíso en que todavía  no haya ocurrido la historia. Por ahora la obra instala una microutopía, que se encierra quizá en su propia imposibilidad de ser más que en los anhelos de algunos.


Bibliografía:
Adorno, T.H. Teoría estética. Ediciones Akal. Madrid, 2004.
Baricco, Alessandro. El alma de Hegel y las Vacas de Wisconsin Ediciones Siruela. 2008
Baumgarten, H.G. Curso sobre la estética
Pérez, Carlos. Proposiciones en torno a la historia de la danza. Lom Ediciones. 2008
Sanchez, A.J. Pensando con el cuerpo



            Ficha artística:
            Obra: Nosotres
            Concepción y dirección: Javiera Peón-Veiga
            Investigación y creación: Macarena Campbell, Johnatan Inostroza, Aische Schwarz
            Interpretación: Macarena Campbell, Johnatan Inostroza, Javiera Peón-Veiga
            Diseño integral: Claudia Yolín, Antonia Peón-Veiga
            Creación sonora: Angélica Vial
            Documentación y acompañamiento teórico: Natalia Ramírez Püschel




[1] Reseña de Nosotres.
[2] Ibid.

lunes, 4 de agosto de 2008

TEATRO

teatro por teatro.
Hay cine, y hacemos
Hay TV, y hacemos teatro
Hay mucha gente ridícula, y hacemos teatro
Hay violencia sobreexpuesta, hay sangre derramada,
hay sexo, hay hambre consumista.
Y los huevones haciendo teatro-


miércoles 22 de agosto de 2007 respuestas > (Yo me pregunto porque no hago teatro?)Partiré por pensar que estas un
> poco dolido por una escasa respuesta del publico...a tu trabajo de
> incorfomidad. Pienso que el teatro se hace porque debe hacerse
> nomas...hacerlo a duras a penas...hacerlo por como dice
> hermana-directora--hacerlo porque hay algo de masoquismo en eso...y
> algo de espiritual como el simio..hay en eso. Primero el actor persona
> en la busqueda del placer de la representación..un ego
> hambriento..luego el hambre del actor como gestor cultural como
> mercado...ahí el drama...invertir y descrestarse en un trabajo muchas
> veces presenciado y no sentido por el publico...que vale más? la
> recaudación de la caja o generar ruido en el púlbico...hacer que les
> quede sonando en la cabeza la imagen de la escena violenta o quizas
> fugaz...el porqué de hacer teatro esta demás si luego pensamos el cómo
> se hace. hay que hacer teatro porque urge..porque sabes que no te
> perdonarias no hacerlo..porque piensas en las otras alternativas de no
> hacerlo..y la responsabilidad social humana espiritual personal te
> enrostra la respuesta. y yo me pregunto por qué no hago
> teatro...constantemente...no puedo justificar mi inasistencia a
> Vals...es mi responsabilidad como público y como comentarista de tu
> blog verla cuando es la última función?saludos
>
>
>
> Publicado por Marcelo Leyton para para qué hacer teatro a las 22 de
> agosto de 2007 18:२५

en 05:58 [Photo] [Photo] Publicado por simioespiritual 5 comentarios: [Photo] [Photo] simioespiritual dijo... ah bueno y vayan a ver mi obra, vals de teatroipunto, jeje 15 de agosto de 2007 07:39 [Photo] [Photo] Anónimo dijo... hola...probando probando 21 de agosto de 2007 07:56 [Photo] [Photo] hermanadirectora dijo... Hago teatro porque soy masoquista. Es raro pero me pasa. 21 de agosto de 2007 13:21 [Photo] [Photo] Marcelo Leyton dijo... (Yo me pregunto porque no hago teatro?)
Partiré por pensar que estas un poco dolido por una escasa respuesta del publico...a tu trabajo de incorfomidad. Pienso que el teatro se hace porque debe hacerse nomas...hacerlo a duras a penas...hacerlo por como dice hermana-directora--hacerlo porque hay algo de masoquismo en eso...y algo de espiritual como el simio..hay en eso. Primero el actor persona en la busqueda del placer de la representación..un ego hambriento..luego el hambre del actor como gestor cultural como mercado...ahí el drama...invertir y descrestarse en un trabajo muchas veces presenciado y no sentido por el publico...que vale más? la recaudación de la caja o generar ruido en el púlbico...hacer que les quede sonando en la cabeza la imagen de la escena violenta o quizas fugaz...el porqué de hacer teatro esta demás si luego pensamos el cómo se hace.
hay que hacer teatro porque urge..porque sabes que no te perdonarias no hacerlo..porque piensas en las otras alternativas de no hacerlo..y la responsabilidad social humana espiritual personal te enrostra la respuesta.
y yo me pregunto por qué no hago teatro...constantemente...
no puedo justificar mi inasistencia a Vals...es mi responsabilidad como público y como comentarista de tu blog verla

cuando es la última función?

saludos 22 de agosto de 2007 18:25 [Photo] [Photo] Jose dijo... Solo una pregunta hermano.
¿Si no hacemos teatro, entonces qué? 14 de septiembre de 2007 17:49 [Photo] Publicar un comentario en la entrada Enlaces a esta entrada Crear un enlace Entrada más reciente Página principal Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)

martes, 21 de agosto de 2007

apuntes sobre teatro contemporáneo

(lo siguiente lo anotè en formato de "apuntes" de una charla que dió Soledad Lagos, y son simplemente links de material a profundizar si esque hubiera interés, y en ninugún caso se compara con oírla a ella, ni con el material que ella pueda publicar o brindar en una charla, estos son mis apuntes y deseo compartirlos. )

Apuntes sobre teatro contemporáneo, de una breve Charla con soledad Lagos

Soledad Lagos, Doctora en filosofía y letras, ha trabajado como dramaturgista...
y responde a nuestras preguntas:

¿Cómo ha evolucionado la dramaturgia a partir de Brecht?


El concepto de Personaje se problematiza, Brecht se concentra en dejar en evidencia las contradicciones de la época, ateniéndose a leyes de construcción dramática, desde un pensamiento dialéctico .

Previo a Brecht, el llamado teatro burgués hablaba de la imposibilidad de cambio en las vidas de los personajes y por lo tanto del medio en el que estaban inmersos: un pensamiento determinista que le conviene bastante a un sistema con fuertes diferencias de clases. Bertolt decide poner en crisis esta concepción e introduce la posibilidad de poder cambiar ciertas cosas.

"No es un teatro dogmático, es didáctico"
...hay algo que enseñar, hay algo que aprender: devela estados de cosas aparentemente incuestionables.

El espectador completa los vacíos que las contradicciones dejan en evidencia, y se consideran sujetos del hecho artístico.

Dice Soledad Lagos que a Brecht, le hubiese encantado escuchar que acá en Chile, en los primeros treinta años del siglo XX, el públicop llevaba repollos al teatro y si no le gustaba, los tiraba al escenario: ¿y ? ... eso significa que hay un espectador que piensa, que opina... se derrogan el derecho de expresar su opinión.




APUNTES Y COMENTARIOS y tips


- "EL TEATRO EN CRISIS" Artículo entrevista a Mühler, es lectura imprecindible para responder las clásicas preguntas
¿PARA QUÉ TEATRO?
¿PORQUÉ TEATRO?
¿DE QUE SIRVE?
Mühler dice: "...Habría que cerrar los teatros por un año, y ver si la gente nota la diferencia, y si no, el teatro no está cumpliendo su misión..."
"...El teatro se hace en estado de crisis
El teatro no existe sin la crisis..."


-EL CONTEXTO es fundamental para entender cualquier obra de arte, y como elemento de aproximación a ésta, no se debe obviar nunca



-Brecht, Mühler, Bernhard... Asumieron el compromiso de ser individuos de su época, y trascienden como autores a ser estudiados, y poner sus propios métodos en la contradicción en crisis.

- "La cultura occidental está incapacitada para ver a cualquier otro." Eduard Said: ..."Nada es inocente, todo reponde a una visión ideológica"

-" Estamos en una sociedad de consumo globalizada tan extrema, que no nos hemos dado cuenta de que nuestros cuerpos son bienes de consumo, elementos de explotación"


TEATROCONTEMPORANEO
se asume que vivimos en un mundo tan fragmentario,
que hay que evidenciarlo en la escritura: la estructura es consecuente...la FRAGMENTACIÓN, evidencia el sujeto colectivo"


(Walter Benjamin)
escribe a proposito de la invención de la fotografía:

" el papel de la obra de arte en la era de su reproductividad técnica" :

gracias a la reproductividad de la obra de arte, se democratiza el acceso a este:

La historia no está en los libros, sino en las calles.


miércoles 22 de agosto de 2007

respuestas




Marcelo Leyton ha dejado un nuevo comentario en su entrada "apuntes sobre teatro contemporáneo":

el cuestionamiento y la respuesta filosóficos nos ubican en diversos escenarios...acomodando el contexto al tiempo y a la geografía..y en eso multiples resoluciones. Hay que ir desmenuzando la cosa para entender el para qué..sacarse un poco el orgullo intelectual y ocupar la intuición...el teatro; bajo mi autodidactas conclusiones,es urgencia...alivianar lo organicamente crítico..en ese sentido desquitarse como nunca..ocupando básicamente lo elemental, frente a los complejos sociales. Mi razón..mostrar ...golpear...remecer..quizás quitandome un poco la culpa de estar en estos tiempos y estos lugares. A mi me pasa que estoy con un trauma adolescente que dejo en mi el teatro..justo cuando mi personalidad estaba formandose..toco que el teatro apareciera como preceptor como formador...porqué lo necesito...porqué mi ego se acostumbro a pertenecerle a otros personajes...porque de lúdico lo tiene todo...lo lúdico...el placer de los nervios...y hasta lo estético. No he leído tanto de la historia del teatro...cuento con fragmentos que fui encontrando botados por las calles...
El teatro en Chile estuvo mucho tiempo de moda y eso lo afecto..porque en vez de acercarlo a la gente...termino divinizandose..enclaustrandose en salas diminutas..silenciosas.
El teatro pertenece al pueblo (sin afán comunista) nos ha dado todo para escarbar en ellos..se ha dejado revisar y dramatizar hasta el cansancio y luego descansar y seguir dejandose escarbar...por eso creo que hay que hacer teatro para que salga a las calles...agitar. La técnica de representar considerada arte divino (pero no exclusivo de Dios)debe hacerse aunque sea por recurrir a este último argumento. He sabido de talleres en hospitales...de talleres con cuatro personas...he sabido de ensayos en la calle...pienso que finalmente el teatro no debe dejar de hacerse...porque es memoria y es historia en movimiento y en proceso...y dejarlo sería un crimen

saludos

y larga vida a tu blog
(mARCELO-------->Gabriel)